La Iglesia de Ortiz

08.08.2014 16:23

Por su arquitectura decimonónica, se incluye entre los templos más hermosos que existen en Venezuela. Es de líneas clásicas, en forma armónica con sus torres. Ambas, su decoración, en ladrillo una y en piedra la otra, d...emuestran el arte y el gusto de sus constructores. “Los adornos de las torres son como encajes realizados por manos finas, delicadas, labradas en ladrillo y compactadas con argamasa”, describe el Padre Ricardo Pínter Revert en su revista Orientación, publicación semanal editada en los talleres gráficos en la Vicaría de Ortiz, en el año 1965.

Este arciprestazgo es un monumento arquitectónico, el cual lleva el titulo de Santa Rosa de Lima. Su nombre fue puesto por los primeros colonos, canarios e hijos de portugueses, que se asentaron en el pueblo mediado del siglo XVI, en honor a la virgen y patrona de América. Su evocación ha sido siempre guía espiritual de sus habitantes. A ella se le encomendó la protección de sus tierras y su ganado. Santa Rosa, cuyo verdadero nombre era Isabel Flores Oliva, fue una religiosa perteneciente a la Orden Dominica, que ingresó al claustro en 1606. Había nacido en la Ciudad de los Reyes, Lima, el 20 de abril de 1586. Llevó una vida de penitencias y contemplaciones; trabajo con los indios y murió en 1618, a la edad de 32 años. Por iniciativa del dominico alemán Leonardo Hasen fue canonizada en 1671, por el Papa Clemente X, quien la declaró Patrona de América, Filipinas e Indias Orientales.

La historia de la Iglesia Santa Rosa de Lima de Ortiz no ha sido afortunada en sus años. Su construcción tuvo muchos tropiezos. Aún, mediado del siglo XIX, continuaban los obstáculos por falta de recursos y debido a las tensiones políticas del momento, las cuales no permitían el avance de la obra. Es una historia zigzagueante, marcada por vaivenes y desesperanzas.

Hace muchos años, la fábrica del templo de Ortiz devino de uno de sus primeros fundadores y benefactores, el terrateniente don Diego Segundo Blanco. Un hombre adinerado, propietario del antiguo Hato San Pablo de Paya, ubicado en la posesión Las Cañadas, en San Juan de Paya del municipio Ortiz (después llamado hato paeño, por haber pertenecido al general José Antonio Páez, en el siglo XIX). Sin duda, Blanco auspició su construcción. Y, aún más, fue la persona a quien le correspondió solicitar a las autoridades eclesiásticas, junto con otras figuras descollantes de la época, la creación del curato eclesiástico del pueblo, cuya petición ocurrió formalmente el 22 de octubre de 1773.

Con el devenir del tiempo, la edificación de la iglesia tuvo diferentes etapas históricas. Antiguamente había sido una ermita, levantada en tapia, madera y paja; ubicada cerca del río Paya, a dos ó tres cuadras de su actual sitio, en lo que hoy se llaman el sector Las Mercedes. Por temporadas concurría en párroco respectivo a celebrar el Santo Sacrificio, “para que gozara de el todos aquellos vecinos que por suma pobreza o enfermedad les era moralmente imposible ocurrir a la parroquia de Parapara, cual ermita se sustentaba con la piedad y religión de aquellos mismos que la construyeron”De este modo, el padre Félix José Figueroa se convierte en el primer párroco de la parroquia nombrado por concurso de oposición. Era nativo de San Felipe, un hombre formal, no faltaba a la administración de los Sacramentos ni a la predica, ni a la enseñanza de la doctrina cristiana y – en palabras del Obispo Martí- era medianamente instruido. Había sido Alcalde de su lar nativo. Se mantuvo al frente del templo hasta el año 1781 y, a su vez, le tocó recibir la visita oficial del Obispo don Mariano Martí, el 5 de mayo de 1780.