BANDERA DE FE

03.11.2014 14:43

 

    El pasado 28 de Octubre, la parroquia Santa Bárbara se despertó desde muy temprano, a consecuencia del sonar de instrumentales de viento que recorrió todos los rincones, para que nadie fuese privado de su sonar, siendo esto una peculiaridad que ocurre una vez por año en dicha parroquia, aunque cabe destacar que a pesar de ser una tradición que se remonta a mas de 100 años en el tiempo, se encuentra con igual fuerza que la de su iglesia. A medida que el sonido viajaba a su velocidad acostumbrada, cada luz, de cada habitación, iba encendiéndose y alumbrando el camino, hermoso espectáculo en que el sonido por vez primera le gana a luz, colaborando con las personas que salían a la calle, con ropas de dormir a regalar un par de aplausos, agradeciendo así el bello despertar.

    Pero el momento esperado por cada uno de los Guardatinajeños, comienza al caer la noche, los niños lo esperan para jugar alrededor de la plaza, salvaguardados por una Santa Patrona que los mira, los jóvenes esperan para entonar cantos y alabanzas que desbordan la pasión juvenil y los mayores no pueden evitar recordar la época de antaño, agradeciendo que a pesar de tantos cambios que los han desorientado, esa tradición sigue allí para ayudarlos a sentirse cómodos.

    Después de que un puñado de cohetes han alertado a la parroquia, se reúnen frente a la iglesia a la espera de una bandera, bandera que a diferencia de otras, no representa a un país o equipo, esta humilde bandera diseñada por personas de la localidad tiene una misión diferente, ella existe para representar una FE, para ondearse en lo alto de un campanario durante todo un año, y así cada persona que tenga duda o miedo, pueda verla y recordar que  no estamos solos y que nuestra Santa Barbará siempre nos protegerá. Pero antes de dejar que esta bandera repose en el lugar donde estuvo su antecesora, se realiza una caravana que emula el recorrer triunfante de guerreros que regresan de una guerra, en este caso una guerra con el fin de defender una FE, esa misma FE que nuestra iglesia católica pregona desde sus inicios, y que hoy más que nunca cuenta con guerreros de amor en las calles. Es común que en dicha caravana se una motorizados y vehículos, incluso niños en sus bicicletas, pero la verdadera muestra de amor no es recorrer un pueblo en algún vehículo, sino las alabanzas que son entonadas, no con la voz, sino desde un corazón que grita ¡QUE VIVA SANTA BARBARÁ BENDITA!

 

L.R. Martin